viernes, 24 de febrero de 2017

LA NAVIDAD YORUBA EN NIGERIA

http://missionsafricaines.org/noel-yoruba-au-nigeria,1498.html 

Los Yorubas, son el grupo cultural originarios del sudoeste de Nigeria. Las estadísticas dicen que son más de 25 millones y están presentes en Benín, en Togo, en Costa de Marfil, donde se los conoce con el nombre de "Nagós", y en Sierra Leona, reciben el nombre de "Akus". (1)

Los orígenes del cristianismo en Nigeria

Thomas Birch Freeman y William de Graft, pastores protestantes de la iglesia Metodista de Inglaterra, fueron los primeros misioneros en pisar el suelo de la región de los yorubas, en 1841
Fieles a sus tradiciones, y conforme a la doctrina de la Reforma, se oponían al culto de los santos y de sus respectivas representaciones en las iglesias.

Los misioneros católicos de la Sociedad de Misiones Africanas (sma), llegaron un poco más tarde, en 1861. En Lagos, encontraron una comunidad católica, compuesta de antiguos esclavos que regresaban de Brasil, después de haber sido víctimas de la trata negrera. Animados por la catequesis del padre Antonio, ellos habían conservado las fiestas cristianas (2). Celebraban animosamente, según las costumbres que habían aprendido en América del Sur, pero agregaban un toque local en la decoración de las iglesias, las procesiones acompañadas de danzas y de estatuas, en particular de la Virgen María, etc. 
De éste mismo modo celebraban la Navidad, a diferencia de los protestantes que en la noche del 24 de diciembre, sólo tenían el culto ordinario y los cantos con los diversos coros. Los niños estaban en el centro de todas las celebraciones. 
Los católicos deben a esa comunidad de Lagos, la introducción de los "pesebres". Al principio, reproducían los pesebres brasileros y portugueses, con personajes de raza blanca, pero agregaron algunos elementos nuevos, como por ejemplo, los animales de la región.

El arte cristiano yoruba, con los misioneros sma y la preocupación de la inculturación, tomaría un color netamente local. En 1947, bajo la inspiración del padre Patrick M. Kelly, Provincial de la provincia sma de Irlanda, los misioneros irlandeses, bajo la dirección del Padre Kevin Carroll y asociados a los artistas locales, "comenzaron una experiencia fundamental: un taller de arte en una aldea de la región yoruba, para promover las prácticas artísticas yoruba tradicionales (escultura en madera, tejido de textiles, trabajo en cuero y con perlas), en vistas a crear una nueva forma de arte yoruba cristiano" (3).

Durante los siete años de su existencia, el Taller de Oye-Ekiti, producía objetos de arte cristiano contemporáneo: esculturas, pinturas, objetos en cuero, tejidos... También realizarán pesebres maravillosos, con personajes locales, lo mismo que los animales, que reflejaban el espíritu tradicional sagrado de los yorubas. Algunos eran piezas excepcionales, y llamaron fuertemente la atención en la exposición de arte sagrado de Roma, en 1950.

El pesebre del Padre Carroll.

La tela pintada en 1948, por el padre Kevin Carroll, es un bello ejemplo de los pesebres yorubas (4). Los tres Reyes Magos son representados por reyes tradicionales (obas), vestidos con sus trajes típicos de la realeza de los yorubas, y con sus cabezas adornadas con coronas de perlas (adé). En ésta sociedad monárquica, los "obas" son considerados como la personificación de los dioses. En tanto que representantes del reino, ellos sólo se desplazan para rendir homenaje a sus divinidades superiores. Su visita al recién nacido, representa, por lo tanto, la sumisión del rey y de todo su reinado, al Niño Jesús.

En ésta pintura, los regalos de los "obas" al Niño Jesús, son aún más significativos que sus vestiduras: llevan objetos rituales reservados a los dioses e indispensables a la vida cotidiana. El primer rey ofrece una gallina, la ofrenda simbólica que se hace a los dioses para la felicidad y la salud de los vivos, su presencia en la pintura, recuerda que Jesús se ofrecerá por la vida de la humanidad.
El segundo rey tiene el olumowe, recipiente utilizado para transportar la nuez de kola. Signo de vida y del compartir, esas nueces sirven para reforzar los lazos fraternos y para invocar a los dioses para la paz. En la tradición yoruba, no se puede hacer ningura bendición sin contar con éstas nueces, particularmente, al momento de la imposición del nombre al recién nacido. Seguidamente, éstas nueces, se comparten entre todos los participantes.
El tercer rey, montado en un asno, presenta la agere ifa, un frasco que contiene los cauríes. Estos caracoles son utilizados por los babalowo, que son los sacerdotes de Ifa, el dios que predice el avenir. Con ese don, Jesús es reconocido como sacerdote. Él puede ver lo invisible y transmite la verdad, ya que ni Ifa ni sus sacerdotes son mentirosos.

Las acuarelas del padre Mahony

Los elementos de un pesebre yoruba son tomados de la vida de la realeza o de la vida de los campesinos. 
En su catecismo ilustrado (5), el padre sma irlandés, Sean O´Mahony, propone dos representaciones de la Navidad, que responden a éstas realidades.

La primera, con los pastores, muestra una escena rural. 
Los personajes llevan la vestimenta ordinaria de los campesinos, exceptuando al pastor de la raza Peul, con su sombrero de paja y su cayado de pastor. El artista quería representar la originalidad cosmopolita de las aldeas yorubas y la tolerancia de sus divinidades. Las mismas, dejaron su carácter étnico y pueden ser veneradas por todos, sin importar el origen étnico de las personas (6). En ésta imagen, el Niño Jesús, es entonces, la fuente del acercamiento de las culturas y creencias. Él es verdaderamente, el Príncipe de la Paz.
La adoración de los Magos, al contrario, privilegia el aspecto real. Los tres nobles vienen con sus tesoros: uno de ellos, sentado sobre su asno, está vestido con el traje de los emires de la región del norte. Bien que la gama de los colores y la ropa de la Sagrada Familia reflejan la tradición yoruba, ésta representación del Nacimiento, expresa el encuentro de todas las culturas nigerianas. Se podría decir, que el padre O´Mahony tradujo en ella, su recorrido y experiencia misioneros entre los yorubas y otros pueblos del país. 
Los animales tienen un lugar particular en el pesebre yoruba. Ellos expresan un status social. El perro, sobre todo, animal guardián y de compañía, acompañaba a la joven esposa a su nuevo hogar y tenía un rol importante en la salud del recién nacido. En ésta obra, el perro y las ovejas sitúan la escena en el mundo rural. 

Ellos no están representados en el segundo pesebre: el asno, como en la obra del padre Carroll, sirve de transporte y subraya el rango elevado de su dueño; adquiere una dimensión ritual, de manera que los personajes más importantes, vienen a rendir homenaje al Niño Dios. 

Celebrar la Navidad en Nigeria, hoy.

En nuestros días, tanto católicos como protestantes enriquecieron mutuamente su modo de celebrar la Navidad. Los católicos adoptaron los Coros de Navidad, y los protestantes, adoptaron el aspecto festivo. 
Si bien la fiesta comienza el 24 por la noche, se la prepara desde la última semana de noviembre; y se continúa hasta el primero de enero, día en que se bendice las familias.
Permaneciendo siempre una fiesta cristiana, Navidad ha tomado una importancia nacional para todos los nigerianos, sobre todo en el sur del país.  Se adornan los pinos plásticos y las luces de origen chino, adornan las iglesias y los hogares. También se coloca en un lugar destacado y visible, las tarjetas con saludos de Navidad que se reciben. 

Navidad es una fiesta familiar en todo el sentido de su significado: la gran familia se reúne para celebrar a los niños. El 25 de diciembre, los padres ofrecen a sus hijos, ropa y zapatos nuevos. Todos se visten del mismo modo, lo que se considera como garantía de que la fiesta tuvo éxito.
Tradicionalmente se ofrece un plato de arroz con pollo, preparado de diversas maneras, según los gustos y los medios, pero bajo la influencia de "Día de Gracias" americano, el pavo está presente en el menú de las familias con mejor poder adquisitivo. 

El pesebre representa un especificidad de las iglesias y de las familias católicas. Como todo objeto de arte yoruba, no es destinada a ser admirada, sino, venerada. No es un elemento de decoración.
Por eso, en general, los pesebres están en los lugares de culto. Si una familia arma uno en su casa, se lo coloca en un lugar especial, pues se lo considera un objeto de piedad (7). Es honrado con la reverencia que recibe todo lo que tiene que ver con la protección del hogar y de los entrarán en la misma.

Una imagen de la sociedad yoruba

Los pesebres hacen referencia, ante todo, a la estructura social y a la situación geográfica de los yorubas, así como a las creencias tradicionales fuertemente tornadas hacia lo invisible. En tanto que soporte espiritual de la devoción, ellos son el nexo entre los dioses y las personas.  Ellos también se conforman a la solemnidad omnipresente del arte africano, que siempre está sostenido por lo sagrado. La gravedad de los rasgos faciales reflejan la belleza de la deidad yoruba, cuya función es proteger, bendecir o castigar a toda la creación, incluyendo el ser humano y animal.

Las figuras del pesebre son bien apreciadas por las tradiciones nigerianas, que rinden un verdadero culto a los niños (8). Ellos gozan de una atención extraordinaria durante la fiesta de Navidad. Para los yorubas, el niño está en el centro de la vida familiar y de la estructura social: su nacimiento, por ejemplo, da lugar a una gran celebración que culmina con la ceremonia en la que se le da el nombre. Él pertenece a la comunidad y constituye la mayor riqueza para sus padres, pero también para toda la colectividad: se acostumbra decir que el niño nace de una sola madre, pero que es criado y educado por toda la aldea.



  1. También encontramos yorubas en América. En Cuba, son conocidos como los "Lukimi". En Brasil, la cultrua yoruba influenció la religión candomblé y la religión sincretista Santería en Florida.
  2. Navidad y muchas otras fiestas, como la Inmaculada Concepción, el Viernes Santos y la Pascua, la Asunción de la Virgen, etc. 
  3. Nicholas J. Bridger y Henriette Châtaigné, "Una expresión del cristianismo en el arte de Nigeria: Kevin Carroll y el Taller de Oye-Ekiti", en la "Historia de las misiones cristianas", Karthala, 2007, pág. 95-118. 
  4. Esta pintura al óleo (92 cm x 70 cm, aproximadamente), desapareció; tenemos solamente una foto de la misma.
  5. Sean O´Mahony, "Historias Bíblicas para hogares africanos", 1994.
  6.  En Osogbo, la sacerdotiza de la diosa Osun, divinidad del río, durante muchos años fué Suzanne Wenger, una austríaca con el sobrenombre de Aduni Olorisa.
  7. Jugar con los personajes del pesebre, como lo hacen a menudo los niños de Europa, es casi inconcevible en la familia yoruba. 
  8. Sobre todo con las estatuillas de los gemelos (ibegis). Entre los yorubas, los gemelos son una bendición. La creencia ordena que si uno de ellos muere, se confeccione una estatuilla que será el guardián de su alma. Los ibegis son la garantía de la armonía y de la buena suerte de la familia.


Artículo publicado el 24 de enero del 2017, por el padre Basil Soyoye, sma.





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